Nuestros «hijos adoptivos» nos ocupan bastante tiempo, más del que nos gustaría dedicarnos al jardín (al menos a mí – Gonzalo -), y al «blog». Pero la vida de las plantas, de los frutos que ya asoman (manzanas, fresas, moras, avellanas…), de los peces, etc., sigue…, y el verano también.
El estanque está precioso. El nenúfar de flores blancas está a tope, esperando que los otros (de flores rosas, rojas y amarillas), despierten por fin.
Hace un par de días tuvimos un pequeño susto pues nos faltaba un pez. Era el grande y albino, que entre los demás – de colores -, y con el fondo oscuro destaca mucho. Pensamos que había servido de desayuno de águilas y garzas. Pero al atardecer apareció. Estaría escondiéndose del sol bajo una hoja de nenúfar…
El jardín del Pedrueco 
La verdad es que los pobres nenúfares/peces deben tar completamente despistaos!!! Un día un sol de morirse y al siguiente el cielo completamente nublao… Pero que no decaiga el ánimo, que por algo estamos en el Paraiso Natural!!! Nos toca sufrir las impertinencias climatológicas! pero merece la pena.
Un besazo para los cuatro.
Es un placer leer vuestro blog y que ni siquiera nombréis las dos semanas de visita de vuestro fiyu de Bilbao. Todo un detalle.
Besos y animo con el sol!!!
Vaya susto con el pez albino.Chispa ya estaba moviendo la cola con cara de inocente.
Ya nos vamos el domingo para Alemania.!Nos vemos a la vuelta!